Ay el tiempo esa palabra escrita / tiempo tan estática
Trágica lloras como estatua tiempo es y nos mata
Intentos del aliento se trata / suspiro se pierde
Luchemos a miradas su batalla tan efímera
Su terreno condiciones y lo humano un contratiempo
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Y así me dejas, privándome de sorber la dulzura de tus labios. De buena fuente sé que compartimos el irrefrenable deseo de volver a encontrarnos, te conozco tan bien, Álvaro que sé exactamente lo que estás haciendo “celebrando el viernes” con un dejo de añoranza en la mirada, tratando de olvidar que fui la mejor compañía de todos tus viernes, de todos tus días. Preguntándote si dejarme fue la decisión correcta, si realmente te hice tanto daño, siempre tú, tú y tú, pero ¿Te has preguntado cómo la estoy pasando yo? ¿Te importa? Sigo en la oscuridad en la que me dejaste, con insomnio y somnolencia, de malas y esperando TU regreso aún sabiendo cuantos me desean, pero es que parece que fue ayer cuando estuve en lo más profundo de tu pecho, cuando nos volvimos uno y nos volvimos aire. Dice el dicho que “Amor es no tener que pedir perdón” y conmigo es así. El día que decidas regresar no habrá necesidad de pedir perdón, no es necesaria una reconquista, ni siquiera busco tu arrepentimiento, mi cuerpo es tuyo y lo sabes, pero por el bien de los dos, te pido que no regreses. Tu cigarro.
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Y así me dejas, privándome de sorber la dulzura de tus labios. De buena fuente sé que compartimos el irrefrenable deseo de volver a encontrarnos, te conozco tan bien, Álvaro que sé exactamente lo que estás haciendo “celebrando el viernes” con un dejo de añoranza en la mirada, tratando de olvidar que fui la mejor compañía de todos tus viernes, de todos tus días. Preguntándote si dejarme fue la decisión correcta, si realmente te hice tanto daño, siempre tú, tú y tú, pero ¿Te has preguntado cómo la estoy pasando yo? ¿Te importa? Sigo en la oscuridad en la que me dejaste, con insomnio y somnolencia, de malas y esperando TU regreso aún sabiendo cuantos me desean, pero es que parece que fue ayer cuando estuve en lo más profundo de tu pecho, cuando nos volvimos uno y nos volvimos aire.
Dice el dicho que “Amor es no tener que pedir perdón” y conmigo es así. El día que decidas regresar no habrá necesidad de pedir perdón, no es necesaria una reconquista, ni siquiera busco tu arrepentimiento, mi cuerpo es tuyo y lo sabes, pero por el bien de los dos, te pido que no regreses.
Tu cigarro.
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